¿Restaurar un sofá o comprar un sofá nuevo?

¿Merece la pena restaurar un sofá? claro que sí, pero siempre con excepciones. El paso del tiempo, su continuo uso y otros factores añadidos pueden hacer envejecer e incluso provocar roturas irreparables en nuestro sofá. ¿Por qué deberíamos restaurar un sofá y cuándo no?

El sofá de casa es uno de los muebles que más se utilizan y, por tanto, que más se estropean. Las partes laterales y, sobre todo, las partes más bajas del sofá que soportan nuestro peso son las primeras en ceder con el paso del tiempo. Y llegó la hora de plantearse una pregunta, ¿merece la pena restaurar un sofá? ¿cuándo y por qué deberíamos restaurarlo y cuándo no?

En la actualidad existen un gran número de excelentes profesionales que se dedican a la restauración y tapización de sofás pero no siempre vale la pena contratar este servicio. A la hora de reformar un sofá, tendremos que llevarlo a cabo solo si se repiten alguna de estas casuísticas:

– Sofás de grandes proporciones.

– Sofás realizados a medida para huecos especiales.

– Sofás con valor histórico.

– Sillones con una especial historia personal detrás.

– Sofás especiales automatizados para personas con dependencia.

Y es que restaurar un sofá cualquier puede llegar a resultar más caro que comprar un sofá nuevo. Por eso desde Galerías del Tresillo te ofrecemos sofás desde poco más de 200 euros. Sofás nuevos y a estrenar que evitan estos gastos innecesarios. La restauración de sofás es aconsejable realizarla siempre que se trate de sofás especiales por algún motivo o sillones y butacas. Si no, comprar un sofá nuevo es la mejor solución para evitar sobrecostes en sofás utilizados y dañados por el paso del tiempo.